Estás hecha para brillar

 



Tenía unos flecos sueltos por ahí desde hacía algunos meses que le molestaban pero no se atrevía a hacerles frente, más por la costumbre olvidada a propósito que por salir de la perplejidad; vamos, que tenía un cacao maravillao desde que cortara su relación  amantísima con un señor de derechas, muy de derechas y mucho de derechas. Bastante iba a hacer con perder las elecciones como para seguir encamándose con su antítesis. Era algo más tibia que la protagonista de Lectura fácil, de Cristina Morales, que no follaba con nadie que hubiese votado.

Pero se daba cuenta de que para aclararse había de enfrentarse sin postergar más la incertidumbre y acabar con ella de una buena vez.

Resultaron calabazas y unas risas con una buena amiga comentando la jugada.

Duda despejada, cero al cociente y paso a la cifra siguiente, a otra cosa, mariposa.

Salir de ese terreno fangoso que arrastraba y lavarse la cara con agua clara era todo uno. A pesar del calor Barton Fink se encontraba a gusto y aliviada. Despejada la incógnita estaba a solo un día de encontrarse frente a frente con el maltratado Mediterráneo, bresol de vida.

Contaba con la perspectiva de tiempo libre por delante, de paseos a la orilla de la playa, de celebraciones familiares, del largo tiempo postergado Cien años de soledad.

Se encontró en domingo por la mañana; a la brisa que corría por la casa había que sumarle toda la tranquilidad regalada del día anterior.

Hacía mucho que había dejado de creer en el amor romántico, el despiste tal vez se debía al cambio que de un tiempo a esta parte estaba experimentando en su cuerpo y en su vida, el cambio de década le acercaba un poco más al pragmatismo con el que acostumbraba a resolver cualquier decisión, cualquier duda. Era cierto que ahora a veces se atascaba y entraba en una especie de standby Extremoduro o Aute, según el día. Pero solo era eso, un reacomodar la vida a las nuevas exigencias del guión, al cambio de escenario desde las tramoyas.

 Una ducha, al metro y a tomarle el pulso a la vida.



La Nena. Street Art Ciutat Vella



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