Cadaqués
Era
su primer sueldo y olía a verano, así que, con su novio de entonces lanzó una
moneda al aire y salió Cadaqués.
Ella
llevaba la tienda de campaña, una máquina de fotografía, las provisiones y el
ligero equipaje, él llevaba el coche y un mapa; no necesitaban nada más. Tenían
previsto el día de salida, el de vuelta cuando escaseara el dinero; así era su
vida entonces, así sigue siendo ahora.
Primera
parada Museo Dalí en Figueres, segunda parada aseo personal y desayuno en Girona,
tercera parada Verges en fiestas (No vieron a Lluis Llach pero el señor del bar
les dijo que su padre era ése que estaba jugando a las cartas). Carretera
serpenteante por la costa y en la última curva Cadaqués estalló ante sus ojos,
y menos mal que ése era su destino porque allí parecía que acababa el mundo.
Echaron
un vistazo al pueblo: cuatro restaurantes con vistas al mar que no se podían
permitir y un pequeño colmado que iba a ser su principal fuente de
abastecimiento. Se permitieron el lujo de pedir unas cervezas bien frías para
celebrar la llegada antes de encontrar
la cala donde practicar acampada libre, amor libre y largos baños
salados y libres.
Una
tarde se acercó un italiano joven y amable a invitarles a la fiesta que se iba
a celebrar esa noche en su particular paraíso.
Pequeños
farolillos de papel iluminaban las mesas de la comida y la bebida.
-Pellízcame.
Ella
consideró llegado el momento de hacer su magia y destapó la diminuta caja del
yinyang.
Amaneció
y él consideró oportuno y necesario informarse de las noticias en pleno mes de
agosto: acababa de estallar la Primera Guerra del Golfo; sus vacaciones
acabaron en aquel preciso momento, y el Mundo nunca más volvería a ser como
hasta entonces lo habían conocido.
Desaparecidos
oriente y occidente tras la caída del muro de Berlín, los señores de la guerra
necesitaban una nueva polarización. La Nueva Cruzada Mundial comenzaba mientras volvían a casa más flac@s, más broncead@s, infinitamente más tristes.
M'encanta!!
ResponEliminaGracias, me alegro mucho.
EliminaSalut.
Cris.